Ninguna niña, ningún niño nace siendo un buen orador. Puede existir algún elemento innato pero no muchos, sinceramente. A hablar en público se aprende. El viernes 10 de mayo, en la Biblioteca del cole, desarrollamos un taller sobre hablar en público, en el que, de modo muy práctico, pensamos sobre el mensaje en sí (lo que se cuenta), la manera de transmitirlo (cómo se cuenta, incluyendo el papel que juega nuestra voz en todo ello) y sobre la interacción entre quien habla y todos los que esuchan. Participaron un niño y muchas niñas de 5º y 6º de Primaria.
Les transmitimos que, si bien todas/os podrán hablar en público sin problemas, el objetivo en sí no es hablar en público, sino cómo eso nos conecta también con nuestra familia, con sus tutoras, con sus compañera/os de clase, con otras/os amigas/os. Al hablar en pública, sin darnos cuenta, quizás estemos cambiando el mundo. De ahí que el taller se llamase "El mundo quiere escucharte". Quisimos mostrarles que hay gente, en decenas de lugares, que está deseando escuchar. Hay una vocecita escondida dentro de cada una/o y el mundo necesita escucharla, no cuando sean adulta/os sino ahora. Lo que queríamos con este taller es que lo que sienten o piensan vuele. Y voló...
Vimos como quienes nos escuchaban se sentían mucho más interesados cuando en lugar de hablar de animales en general, lo hacíamos de las abejas y la polinización; cuando en lugar de describir el juego del baloncesto hablábamos de Michael Jordan y su pasión... por el golf; cuando no intentábamos contar una historia sino nuestra historia... Durante una hora y media hicimos cinco dinámicas: jugar con la voz para vencer el miedo a hablar en público, tener presente a quien nos escucha pensando en una playa, no perder el mensaje por el camino, explicar lo que ven y hablar de tu pasión.
Para ello, además, nos apoyamos en dos álbumes: Veo el mundo, de Romana Romanyshyn y Andriy Lesiv, y El mundo es mi casa, de Maïa Brami y Karine Daisay.